¿Qué es el aborto y para qué sirve?

Uno de los dilemas más importantes en el campo de la ética biomédica es la controversia en torno al aborto inducido (Gordon, 2022). El aborto es la extracción intencional de los productos de la concepción del útero (Harvard Health Publishing, 2022). Por "productos de la concepción" se refiere al nuevo organismo humano, géneticamente distinto, que surge cuando los cromosomas de los pronúcleos masculino y femenino se mezclan en el ovocito (O'Rahilly et al., 2001).

Por definición, uno de los propósitos del aborto es que un organismo humano muera. Si el organismo dentro del útero no muere, entonces el procedimiento no se puede considerar abortivo. Por lo tanto, es coherente decir que un aborto se realiza siempre para matar a un organismo humano vivo.

Este primer propósito del aborto se suele utilizar como medio para alcanzar otros fines. Por ejemplo, un estudio descubrió que las principales razones por las cuales una mujer estadounidense se practicaba un aborto eran: para evitar tener un bebé sin estar lista, para no costear un bebé, para no interferir con la educación o la carrera laboral, para no tener un problema físico de salud, para satisfacer la voluntad de los padres y/o para satisfacer la voluntad del esposo o pareja, entre otros (Finer et al., 2005).

Sin embargo, estos otros propósitos son contingentes y no necesarios. En la filosofía, lo contingente es aquello que existe de cierta manera pero podría existir de manera distinta. Lo necesario es aquello que existe de cierta manera y no podría existir de manera distinta. Por ejemplo, podría ser que una mujer aborte para evitar los costos de mantener un bebé, pero también podría ser que no. Podría ser que una mujer aborte para no interferir con su educación, pero también podría tener otras razones y no esa en específico. Sin embargo, en todos los casos se aborta para matar a un organismo humano, por lo que este propósito se considera necesario—no podría ser de otra manera.

En resumen, el aborto es la extracción intencional del nuevo organismo humano que surge en el útero de la madre tras la concepción. La muerte de este organismo humano es el único propósito que siempre se le puede atribuir al aborto, pero que sirve como medio para alcanzar otros propósitos secundarios.