Sacerdote dando la comunión en la mano

Imagen de Mariana C. via cathopic.com

¿Qué pasa si comulgo y no siento nada?

Reflexión 14 de oct. de 2022

He escuchado de gente que dice «no siento nada cuando comulgo» como si Cristo no estuviera presente realmente. Mi primera respuesta siempre es: la presencia de Cristo no depende de tus emociones.

Muchas veces, Dios permite que nosotros lo sintamos en un nivel emocional. ¡Y eso es bueno! Pero si comenzamos a condicionar nuestra fe a las emociones que sentimos, pronto dejaremos de creer. Dios existe objetivamente y eso no depende de nuestras emociones subjetivas. Jesús está objetivamente presente en la Eucaristía y eso no depende de nuestras emociones subjetivas.

Ahora, sé que a veces es difícil creerlo. Últimamente me ha estado costando dimensionar el valor de la Comunión. Se me hace una locura inmensa que el Gobernador del Universo pueda estar dentro de mí. Me gustaría hacer oraciones elevadas para conocer a Cristo en lo profundo, pero la mayoría de las veces solo me salen dos o tres palabras sencillas.

Algo que me ha ayudado a fortalecer mi fe es pensar en María. ¡Ella llevó a Jesús dentro de sí por nueve meses! Es como si hubiera estado en una comunión continua por 42 semanas. ¿Te imaginas? Lo interesante está en que María conoció profundamente a Jesús en lo diario. Por mucho que llevara a Cristo dentro, también tenía que desayunar, barrer, ir al baño, caminar, platicar, etc... Por más común que pareciera su vida, el Rey del Universo habitaba en ella. Y por más glorioso que sea Cristo, Él voluntariamente decidió habitar en lo diario.

No te estoy diciendo que dejes de buscar una vida de oración profunda. Simplemente es una invitación a que, la próxima vez que te cueste hacer oración al comulgar, le pidas a María que te enseñe a llevarlo dentro.

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Diego Hernández

Soy un nerd de tiempo completo que en sus ratos libres se dedica a escribir código, tomar café y leer. Ah, y de vez en cuando también juego a defender la fe!