¿El rosario es una oración repetitiva e inútil?

María 27 de jul. de 2023

Ayer llegué a Santiago de Compostela, finalizando 5 días de caminata que comencé en Sarria, España. Tras 115 kilómetros de peregrinaje, tengo una rodilla lesionada y una buena reflexión que compartir.

Durante aquellos momentos de silencio en los que caminé a través de paisajes hermosos, reflexioné sobre el rosario y recordé un argumento que suelen utilizar en contra de su rezo. Jesús enseñó que las oraciones repetitivas eran inútiles. Por lo tanto, algunos protestantes afirman que rezar 50 avemarías también es algo inútil y propio de los paganos.

Y al orar no repitan ustedes palabras inútiles, como hacen los paganos, que se imaginan que cuanto más hablen más caso les hará Dios. (Mateo 6: 7)

Hasta cierto punto, estos cristianos que utilizan Mateo 6:7 como argumento tienen razón. Sí está mal tratar al rosario como una receta mágica que permite controlar la Providencia de Dios al recitar exactamente 50 repeticiones de una frase bíblica.

Pero lo genial es que el rosario no es eso. El rosario es, más que nada, una meditación. Por eso, a cada decenario le corresponde algún misterio de la vida de Cristo; para que podamos contemplarlo a Él mientras recitamos el Ave María. De hecho, si buscas en Google «misterios dolorosos» y entras al sitio del Vaticano que aparece, verás una página que enlista los misterios y la cita bíblica que los acompaña. Luego, el mismo sitio explica que, tras una breve reflexión, puedes continuar con el Padre Nuestro y las 10 Avemarías.

Sé que hay católicos que solo repiten las Ave Marías sin preocuparse por saber cuál es el misterio que toca ni por buscar la cita bíblica que corresponde meditar. En estos casos, sí debemos recordarles cómo rezarlo realmente, pues la repetición sin sentido es de poco provecho para el alma.

Ahora bien, quizás hay quienes podrán pensar: «si realmente quieres meditar, no debes de hablar ni repetir nada», «la mejor meditación es en silencio» o «el Ave María estorba la meditación». Hasta cierto punto, también hay algo de razón en esto. Por eso, en el catolicismo (y sobretodo en el mundo monástico), la oración en silencio es casi un imperativo. Pero irse hasta el extremo y afirmar que la repetición de los Ave María imposibilita o inhibe la meditación es tomar una postura errada. Tan solo piensa en la música que se utiliza en las Iglesias para alabar a Dios y facilitar la oración.

Una canción es, por naturaleza, repetitiva. Los coros aparecen varias veces en boca de los congregantes y los versos comparten vocabulario entre sí. ¿Cantar un canto de alabanza o un salmo califica como la oración repetitiva a la que Cristo se refería y decía que era inútil? Yo argumento que no, pues hay intelecto de por medio que reflexiona y dialoga con Dios. Las canciones, aunque repetitivas, guían este intelecto nuestro y nos permiten meditar ciertos aspectos de Dios que, con la belleza añadida de la música, inspiran profundamente nuestra oración interior. De la misma manera, la importancia de la repetición de las Ave María no radica en repetir por repetir, creyendo que se trata de alguna especie de transacción con Dios por medio de la cual obtenemos lo que queremos. La importancia del rosario radica en la meditación de la vida de Cristo a través de los ojos de María.

Al caminar el Camino de Santiago tuve la oportunidad de rezarlo a diario. Soy testigo de lo honda que la meditación se torna cuando rezas haciendo silencios para saborear el Ave María y contemplar la cita bíblica de cada misterio. Algo que hago para no caer en la repetición vana es utilizar sinónimos. Por ejemplo, cuando ya ha pasado un misterio y sigo recitando el Ave María como siempre, trato de decir «bienaventurada» en vez de «bendita» o «Madre del Dios vivo y Señor mío» en lugar de solo «Madre de Dios». También, me aprendí el Ave María en francés, inglés y latín, además del español. Así, puedo rezar con distintas perspectivas lingüísticas que me permitan apreciar a María con palabras nuevas.

En resumen, no debes rezar creyendo que entre más Ave María digas, más caso te hará el Señor. Tampoco debes creer que puedes darle a Dios tus repeticiones a cambio de beneficios, como si se tratara de una transacción o una receta mágica. Lo que sí está bien y es provechoso para el alma es el tipo de repetición que requiere intelecto para contemplar y dialogar con el Rey del Universo.

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Diego Hernández

Soy un nerd de tiempo completo que en sus ratos libres se dedica a escribir código, tomar café y leer. Ah, y de vez en cuando también juego a defender la fe!