¿La fe es falsa en automático?

Apologética Cristiana 8 de ago. de 2022

Hoy en día, muchas personas rechazan todas las ideas que incluyan la palabra "fe". Algunos incluso piensan que ser creyente es para los tontos—pero no se dan cuenta de que tener fe es en realidad algo bastante razonable. Antes de explicar por qué esto es así, tenemos que definir la fe.

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A un nivel básico, la fe es cualquier creencia que no hayas comprobado por ti mismo/a.

Si nos apegamos a esta definición, es evidente que todo mundo tiene algún tipo de fe. En su libro Mere Christianity, C.S. Lewis señala que la mayoría de las cosas que creemos son cuestiones de fe. Por ejemplo: la existencia de ciudades que no hemos visitado personalmente, el sistema solar, los átomos, nuestro cerebro propio, la forma en la que circula nuestra sangre y todos los hechos históricos. La persona promedio cree estas cosas pero no las ha comprobado por sí misma. De hecho, es muy posible que la persona promedio nunca compruebe por sí misma todo aquello que cree cierto. Es decir, la persona promedio tiene fe en ciertas cosas, y el hecho de que tenga fe en ellas no las hace falsas en automático.

Hay otras cosas que son imposibles de probar pero que vivir sin ellas sería infernal. Por ejemplo, las leyes fundamentales de la lógica. La segunda ley de la lógica formal es comúnmente conocida como la "ley de la no contradicción", que explica que «A, no puede ser simultáneamente A y no A». En otras palabras, una manzana no puede—al mismo tiempo—ser una manzana y no ser una manzana. O es o no es. ¿Algo bastante claro, no? Sin embargo, ¿por qué es verdad esto?

En serio, ¿por qué es cierta la ley de la no contradicción?

Si preguntas esto, la mayoría te va a responder algo así como "porque así son las cosas", "así es y punto" o "por que sí". Alguno intentará lucirse y te responderá: "porque es autoevidente", y tendría algo de razón. Pero evidencia no equivale a comprobación definitiva. Y las leyes de la lógica tampoco se pueden autocomprobar a sí mismas: es insostenible decir que «la ley de la no contradicción es cierta porque así lo dice la ley de la no contradicción». Eso se llama argumento circular y es una falacia.

No hay manera de comprobar que las leyes de la lógica son ciertas. Por lo tanto, si crees que son ciertas es porque no las has comprobado. En otras palabras, ser lógico requiere un poco de fe—y eso no hace que tus argumentos sean falsos en automático.

El problema de las otras mentes

¿Cómo sabes que existen otras mentes—fuera de la tuya—que son capaces de sentir y pensar como tú lo haces?

En el campo de la filosofía, esa pregunta se conoce como el "problema de las otras mentes". La popular frase «pienso luego existo» de René Descartes surge de este problema. Incluso una canción de Billie Eilish se inspira de esta famosa frase.

Desde el siglo XVII, Descartes ya creía que nada de lo que se percibe o se siente es necesariamente cierto. Por ejemplo, si un científico conectara eléctrodos al cerebro de otra persona para registrar patrones eléctricos que "comprueben" la existencia de otra conciencia, Descartes le replicaría: ¿cómo sabes que lo que tus ojos perciben y lo que tus manos sienten es cierto? ¿Cómo sabes que tus percepciones sensoriales no son un producto de tu propia mente?

No hay manera de ofrecer una prueba definitiva de que otras mentes existen. Si quieres vivir saludablemente, creyendo que existen otros seres humanos que piensan y sienten como tú, tienes que creerlo sin haberlo comprobado por tu cuenta. Es decir, tienes que tener fe—y eso no lo vuelve falso en automático.

¿En qué debería tener fe?

A menos que quieras vivir una vida en donde todos son un producto de tu propia mente y las leyes de la lógica no existen, es bastante razonable tener fe en ciertas cosas.

La pregunta ya no es «¿debo tener fe?» sino «¿en qué debería tener fe?».

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Diego Hernández

Soy un nerd de tiempo completo que en sus ratos libres se dedica a escribir código, tomar café y leer. Ah, y de vez en cuando también juego a defender la fe!