Gente en Shibuya cruzando la calle por la noche.

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¿Por qué tenemos dignidad las personas?

Apologética Cristiana 19 de oct. de 2022

Los derechos humanos no se merecen. Es decir, no trabajas ni te esfuerzas para conseguirlos. Simplemente, eres digno de tener derechos humanos. Pero, ¿por qué? ¿qué tienen de especial las personas?

Mucha gente podría responder: «porque sí» o «¿por qué no?». Pero este tipo de respuestas no explican nada. Algunos incluso te mirarán feo por cuestionarte la dignidad de las personas. Pero hacerse esta pregunta es totamente válido. Además, es una gran oportunidad para hablar sobre Dios.

Decir que la dignidad de las personas surge de leyes sociales es decir que la dignidad depende de lo que diga la sociedad. Y si la sociedad cambia de opinión, entonces también cambia el fundamento de lo que hace valioso a una persona. Esto no debería ser así.

Tan solo piensa en todas las leyes sociales que se equivocaron horrendamente a la hora de explicar de dónde surgía el valor de la persona: algunos dijeron que una persona era valiosa por su color de piel, otros por su sexo y otros por su nacionalidad o religión. A menos que estas explicaciones sean válidas, el valor de una persona no puede surgir de leyes sociales.

Si la dignidad no puede surgir de la sociedad, tiene que surgir de algo que no es la sociedad. Tiene que surgir de algo que trascienda la humanidad. Esto sugiere la existencia de un Dios cuyas leyes divinas protejan el valor de la persona.

Aunque no es una prueba absoluta para la existencia de Dios, sí es una pista importante que lo sugiere. Si alguna vez platicas sobre Dios con un agnóstico o ateo, pregúntale esto: ¿por qué una persona es valiosa? Si te responden con alguna variante de ley social, pregúntales de nuevo: ¿por qué una ley social aplica para todos?

Pongamos un ejemplo: las éticas utilitaristas son aquellas que determinan la bondad o maldad de una acción dependiendo de la utilidad que tenga para la sociedad. Es decir, un utilitarista te dirá que matar está mal porque, si matar estuviera permitido, la sociedad no podría progresar. Por lo tanto es necesario prohibir el homicidio para que la sociedad progrese.

En cierto sentido, los utilitaristas tienen razón: prohibir el homicidio sí aumenta la probabilidad de que una sociedad progrese. Sin embargo, por más cierto que sea, esto no explica por qué todos deberían seguir esta ley social. Imagina una persona a la que no le interesa que la sociedad progrese. ¿Por qué la persona debería conformarse a los deseos de alguien más y seguir las leyes de alguien más? Sin Dios, la respuesta se queda corta. Pero con Dios, podrías responder que debes conformarte a Su voluntad porque para eso fuiste creado. Podrías decir que debes seguir las leyes de Dios porque ese es tu propósito.

En resumen, si las personas tienen dignidad, es un poco curioso explicar por qué si niegas la existencia de Dios. Esto sugiere la existencia de un Legislador Trascendente (Dios). Y aunque no es una prueba definitiva, sí es una buena pregunta de reflexión para compartir con amigos no-creyentes.

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Diego Hernández

Soy un nerd de tiempo completo que en sus ratos libres se dedica a escribir código, tomar café y leer. Ah, y de vez en cuando también juego a defender la fe!