El otro día recibí una llamada de un número desconocido. Contesté y me comenzaron a hacer preguntas como estas: «¿Desayunas fetos?», «¿A qué horas los comes?», «Yo recomiendo comerlos en ayunas, ¿tú qué opinas?». Claramente, me estaban haciendo una broma telefónica. No colgué. Apagué el micrófono y dejé que continuaran las burlas desde el otro lado de la línea telefónica hasta que se aburrieron de mi silencio y terminaron la llamada. Me quedé reflexionando sobre cómo mucha gente nos ve a los provida solamente como «pro-fetos».

Es importante estar conscientes de que el movimiento provida busca el bienestar de todas las personas. A veces, al enfocarnos demasiado en debatir y demostrar nuestros argumentos, podemos olvidar nuestra verdadera misión: salvar al no-nacido, cuidar de la mujer vulnerable que piensa abortar, abrazar a quien ya abortó, apoyar a la mamá soltera… Realmente somos provida y es fundamental reconocer que nuestra labor va más de allá de subir historias de Instagram y debatir en comentarios. Nuestra misión es una misión de esperanza y compañía.

Si alguna vez escuchas que alguien acusa a los provida de ser solamente «pro-fetos», aquí te dejo un par de evidencias que demuestran lo contrario:

Sisters of life, New York

En Nueva York existe una orden de hermanas consagradas. Se llaman Sisters of Life, inglés para «Hermanas de la Vida». Como muchas otras religiosas, ellas se consagran mediante los votos de pobreza, obediencia y castidad. Sin embargo, a diferencia de otras órdenes, ellas también hacen el voto de proteger el carácter sagrado de toda vida humana. Esto significa que ellas se dedican a servir a las mujeres vulnerables al aborto, dándoles el apoyo y los recursos necesarios para que puedan elegir la vida para sí mismas y para sus hijos. También organizan retiros de fin de semana, evangelizan, conviven con estudiantes universitarios y ayudan a las mujeres que han sufrido después de un aborto a encontrar la misericordia y la sanación de Jesucristo.

Las Hermanas de la Vida dedican su vida entera a las demás. No se casan. No tienen hijos. No poseen nada para ellas mismas. Simplemente aman y aman en abundancia, siendo testimonios vivos de lo que significa ser «provida».

Vida y Familia A.C., México

Vifac (Vida y Familia, A.C.) es una organización civil que se dedica a atender y capacitar a mujeres en estado vulnerable durante el embarazo, ofreciéndoles alternativas para su desarrollo y el de su hijo(a). Con presencia en todo el país y 37 centros de apoyo, esta organización lucha por estar al alcance de cualquier mujer que enfrenta un embarazo inesperado. Por eso, ofrecen alojamiento y alimentación gratis en cualquiera de sus Casas Hogar para mamás y sus bebés. También facilitan atención médica y psicológica, regularización escolar, asesoría legal en trámite de adopciones y talleres de capacitación para el trabajo.

Asociación Hogar de María, Barcelona

La asociación Hogar de María es una asociación sin ánimo de lucro orientada a defender, acoger y proteger la vida humana, desde su concepción hasta su muerte natural, ayudando y acompañando a la mujer embarazada en todas sus necesidades materiales, humanas y espirituales, hasta que el bebé cumple 1 año. Esta asociación tiene como misión ofrecer una alternativa real y concreta al aborto. Tienen como misión ofrecer una alternativa real y concreta al aborto. Por eso, organizan terapias de grupo dadas por psicólogas capacitadas. También, conectan a las mamás con personas que pueden introducirlas en el mercado laboral. Imparten formación sobre aspectos de la maternidad y dan clases de catalán y castellano. Entregan canastillas de material para el neonato, con cosas como pañales y leche infantil. Sus trabajadoras sociales asesoran a las madres sobre los recursos públicos a los que pueden acceder, como guarderías, viviendas y rentas de inserción, entre otros.

Estos son solo algunos ejemplos de lo que el movimiento provida hace para cuidar de las mujeres y sus bebés. Pero como estas organizaciones, hay decenas y decenas más. Si tú o alguien que conoces necesitas ayuda con su embarazo inesperado o incluso si ya abortaste y quieres compañía, ten confianza en que hay esperanza. La Iglesia es una casa de puertas abiertas que te está esperando y que te quiere acompañar.